Y tú, ¿cuánto pagarías?

Todo el mundo piensa —o dice pensar— que el dinero no da la felicidad puesto que hay cosas más importantes, como la salud. Mi lado realista-materialista me dice que esto es más bien un consuelo para pobres, aunque por ser consuelo tampoco es menos cierto. Puedes tener dinero y no ser feliz, pero si eres pobre hasta de salud, qué te voy a contar.

Mi otro lado, el filosófico, se acoge más a la idea de que la felicidad está en apreciar los pequeños detalles. Y, visto lo visto, hay gente podrida de dinero que piensa como yo, si no, no me explico que puedan gastarse cantidades obscenas de dinero —total, el dinero no es importante— en cosas nimias, pero que harán felices a alguien. O eso espero.

100

El número 100 no es un número pequeño ni grande. Se le suele otorgar cierto carácter de exactitud, como el que puede tener el número 10, pero multiplicado por otros 10 —sí, mi lógica es contundente a veces—. Y en Cook Edere ya cumplimos 100; no hablo de años, afortunadamente no hay mal que cien años dure. Cumplimos 100 entradas y no, no son muchas teniendo en cuenta que este espacio se inició allá por el 2012, pero es que aquí aplicamos lo de «despacito y con buena letra», sobre todo lo de despacito.

Por otra parte, el espacio cuenta con 110 seguidores. Realmente son unos pocos más, pero por redondear con humildad; así que se puede decir que hay poco más de un seguidor por entrada, lo cual es otro tipo de exactitud. No son ni muchos ni pocos, pero todos son estupendos y cada uno vale por 100.

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Current mood: pizza princess. Via: Foxadhd

Tradicionalmente, los carnavales (conglomerado de antiguas fiestas paganas mezcladas con ritos religiosos) han sido este tipo de fiestas que se celebran en cualquier parte del mundo ya que, como dice la wiki, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol. Vamos, que el ser humano se disfraza y se libera —o lo intenta—.

Obviamente, cada uno lo celebra como le da la gana… y eso si lo celebra. El caso es que son fechas importantes para carnívoros y golosos. Aquí un ejemplo de lo que podría ser un menú carnavalesco.

Yo por mi parte, hago como que me disfrazo de Cenicienta Pizza.

Canciones sobre comida: palomitas funky

He descubierto que existe una relación curiosa entre las palomitas de maíz y la música, especialmente con la de estilo funky.

Desconozco las causas por las que este tipo de música ha adoptado las palomitas de maíz como alimento base, aunque algo te imaginas si ya desde tiempos ha el lema es: Doing the popcorn.

Si alguien sabe el porqué de este juego de palabras o por qué existe tanto Popcorn Funk, se agradecería su explicación. De todas formas, esta unión no es mala combinación, así que os dejo con un par de muestras.

Desde Proust a Japón, cuatro tiendas gastronómicas

Antes de que a todos nos dieran ínfulas de chef, gourmand o foodie, íbamos a comprar al ultramarinos de confianza. Entiéndase ultramarino como: Dicho de un género o de un comestible, y especialmente del de fácil conservación: Traído del otro lado del mar, y sobre todo de América o Asia. (R.A.E. dixit).

Las costumbres cambian, sobre todo en estos tiempos tan «interesantes» (véase ironía), y ahora se habla más de tienda-gastro o gastro-tienda. Sí que es verdad que no suelen autodefinirse como tales y prefieren seguir utilizando términos más vintage —la palabra obrador me mola un montón— o tiran por la lengua franca y añaden shop a lo que se tercie.

Para seguir la corriente, hoy os informaré de cuatro tiendas etiquetadas como gastro-tiendas, pero no porque ellos se describan así. Digo «informaré» porque no he catado ninguna, así que hablo de ellas solo porque han despertado mi curiosidad y creo que les vendría bien a cualquiera. Y sí, para cuando hemos publicado esta entrada, todas seguían al pie del cañón.

Ser el segundo plato o tus modales en la mesa

Ana, la rubia peligrosa, tiene un pequeño «defecto»: va dejando inspiraciones allí por donde va. Su sutileza brilla cuando exclama: «Tengo una teoría o dos…» y, al final, hasta parece que la idea fue tuya.

Nuestras pequeñas conversaciones algunas veces versan sobre lo divino y lo humano: «¿Uno tendrá los mismos modales en la mesa que en la cama?» o «¿De dónde viene la expresión No me gusta ser el segundo plato de nadie?». Porque no nos gusta ser la segunda opción, pero no parece importarnos tanto ser el postre y eso que este suele ocupar el tercer puesto, incluso el cuarto o quinto, en un menú.

Teorías haberlas, haylas (casi todas desde una perspectiva emocional), así que he preferido indagar en el posible origen de la expresión y, fíjate por dónde, esto me ha llevado a los buenos modales en la mesa.

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Para obsesos de las efemérides: 16 de enero, Día Internacional de la comida picante. Aún no ha terminado el día, por lo que se puede aprovechar para degustar, por ejemplo, algunas de estas 5 salsas picantes con mucha dosis de capsaicina (Capsicum), el elemento culpable de que tus papilas ardan.

Si no aguantas el picor, no creas que hinchándote a agua tendrás alivio. Un par de trucos: si el picor es «leve», come pan, eliminas la capsaicina poco a poco, pero la irritación continuará durante un rato. Si pica a rabiar, prueba con productos que tengan caseína: leche, yogurt, queso… la caseína neutraliza la capsaicina. Y ya el nova más, termina la comida con una onza de chocolate, a ser posible, negro o amargo.

Hojas de laurel y laureados

Cuando se inicia un nuevo año, es inevitable querer tener un comienzo estupendo que sirva como prólogo para los meses venideros, con la idea de que sean mejores o, por lo menos, iguales a los del año anterior.

Así que aquí iniciamos este 2016 con hojas de laurel —eso que echamos a las lentejas y otros guisos— por varias razones:

• El blog habla de lo que habla —aunque no lo parezca, nos gusta hablar de comida—.
• Ante los tiempos que corren, una ramita de olivo no va a ser suficiente.
• Es de bien nacidos ser agradecidos.

Esa dama llamada Resaca

Veisalgia, aunque parezca un nombre ideado por Tolkien o George R.R. Martin, es el término «guay» que se utiliza en medicina para llamar a la Resaca, amante rencorosa que suele visitar toda casa de vecino, especialmente en estas fechas en las que bebemos tanto para celebrar como para olvidar.

Ya finalizando 2015, es decir, entre veisalgia y veisalgia, os hablo un poquito de ella. A pesar de toda su fama, no he visto mucho consenso a la hora de definirla y, mucho menos, a la hora de atajarla —que no sea no probando gota—.