La pornografía (no la que se adentra en las miserias humanas) entra dentro del género de fantasía, donde las leyes de la física brillan por su ausencia. Sin embargo, no viene mal que de vez en cuando nos expliquen las diferencias entre el porno y el sexo real —por si alguien está despistado—, y si nos dan datos de forma clara y amena, mejor. Y ya si las cosas se explican con frutas y otros objetos culinarios, pues perfecto.

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