¡Feliz Día Mundial de la lasaña!

Siempre viene bien tener una excusa para celebrar algo y se han inventado días que parecen creados exclusivamente con este fin; por ejemplo, en julio tenemos: Día Mundial del OVNI (2 de julio), de los Besos (6 de julio), de la Apreciación de la Gaita (27 de julio)… Pues hoy 29 de julio celebramos el Día Mundial de la Lasaña, así que ya tenemos una excusa —como si la necesitáramos— para comer uno de los platos más famosos del mundo mundial.

Es posible que la lasaña no te guste —yo me lo haría mirar, denota un trauma grave—, pero hay tantas variedades de este plato que, por estadística, alguna seguro que te hace tilín.

Historia de la lasaña

La lasaña o lasagna es un plato tradicional italiano formado por diferentes capas de pasta y su relleno. Según la wiki, incluso Cicerón hablaba de su pasión por un plato de lagum (tiras de pastas alargadas), pero hasta el s. XVII no adquiere la forma que conocemos hoy en día.

Una lasaña en su formato tradicional e ideal.

Sus variedades son infinitas porque puedes rellenarlo con lo que más se te antoje y no se limita al formato rectangular. Una de sus variantes más conocidas es la musaka o moussaka griega, aunque en lo único en lo que se parecen es en la idea de ir poniendo capas y litros de bechamel.

Personalmente, y aunque también me flojee la mandíbula por la musaka, prefiero la versión tradicional con un toque de paté.

Además, aunque seas de los que ahorran calorías como si fuesen euros, nadie me puede negar que es un plato de lo más sano; si no que se lo comenten a Garfield, fanático de la lasaña por antonomasia.

Garfield y su amor por la lasaña

Garfield es un gato anaranjado, con rayas negras y una peculiar forma de actuar, al que le encanta comer y dormir (ambas cosas en cantidades industriales). Su comida favorita es la lasaña y detesta las pasas, las anchoas y las espinacas. También odia a las arañas y, sobre todo, los lunes (no aplicable cuando es su cumpleaños). Su dueño es Jon (o su mascota, según se mire), y lo comparte con un perro no muy inteligente llamado Oddie.

Este personaje tan peculiar fue creado en 1978 por Jim Davis y actualmente goza de una fama universal reflejada en multitud de libros publicados, películas y series de televisión.

Como alguien que se identifica con Garfield —excepto por lo de las espinacas y las arañas—, tengo que mencionarlo ya que este día no sería el mismo sin este gato.

La lasaña no adelgaza, pero como mucho te convierte en un fofisano y Garfield es un claro ejemplo.

Como toda buena lasaña, Garfield es un gato que nació en la cocina de un restaurante italiano una noche de invierno de 1978, mientras afuera la nieve caía cual queso parmesano.

La asociación de este personaje a este plato es de fuerza mayor, hasta el punto en el que incluso hay también tiene videojuegos pensados en ello:

Lasagna from heaven

Un juego muy básico en el que has de mover a Garfield de derecha a izquierda para ir comiendo las lasañas que caen del cielo. Pueden caer también helados, pizzas o hamburguesas, pero también cosas tales como un libro, un jarrón o el propio Oddie; cada vez que tragues alguno de estos últimos, vas perdiendo una vida.

Haz click en la imagen para ir al juego

Gargfield Lasagna World Tour

Juego más «sofisticado» que el anterior.  Como argumento, el canal Zarpas TV organiza las búsqueda de un tesoro: ¡EL TOUR MUNDIAL DE LA LASAÑA! El ganador del Tour recibirá su propio peso en lasaña durante el resto de su vida… Garfield se embarcará de inmediato en un viaje lleno de acción por todo el mundo (México, Italia o Egipto) en busca de este tesoro. También podrás controlar a Oddie y acceder a mini juegos en modo multijugador.

Garfield, Oddie y compañía. Via: jeuxvideo