Hace varios días me fue inevitable leer varios artículos sobre cómo responde nuestro cerebro ante la comida. Los datos y las conclusiones te dejan un poco con la boca abierta, además de que parecen desmontar muchos mitos sobre la guerra de sexos.
Hace varios días me fue inevitable leer varios artículos sobre cómo responde nuestro cerebro ante la comida. Los datos y las conclusiones te dejan un poco con la boca abierta, además de que parecen desmontar muchos mitos sobre la guerra de sexos.