Hablar de la sinergia entre música y comida daría para todo un blog durante varias eternidades, así que directamente voy a inaugurar una sección: Canciones sobre comida.
He de reconocer que esta sección se debe a que, tras echarme una panzada a reír viendo el último programa de Cachitos de Hierro y Cromo, Oído Cocina, he sacado mi lista de canciones del cajón. En mi caso, os presento una macedonia con menos producto local y un tanto insólita porque algunas de estas canciones han ido olvidándose o nunca fueron parte —vaya usted a saber por qué— del acervo popular.
Los pirulís de Serge Gainsbourg
Les sucettes (Los pirulís o chupa-chups, 1966) es una canción escrita por el cachondo de Serge Gainsbourg y cantada por France Gall, una de las estrellas yé-yé más famosas que ha parido Francia. En la letra descubrimos lo mucho que le gustaban a una tal Annie los pirulís. Pensad mal, que acertaréis.
Según la wiki, la canción estableció una nueva tendencia de dobles sentidos eróticos en la música pop; perdonad, pero aquí no había doble sentido, solo había uno y estaba bastante claro de qué pirulí hablaba Gainsbourg Le Ténébreux. Tras el escándalo, France Gall no volvió a trabajar con él.
El vídeo no tiene desperdicio y eso que la calidad no es muy buena. Llamadme mente sucia, pero la intro que hace la presentadora en off también es de una ironía deliciosa.
Que no eran papas, sino papillas
Seguimos con chicas yé-yé, pero esta vez con la cantante italiana Rita Pavone, mujer hiperactiva en el escenario y conocida por, entre otras canciones, Viva la pappa col pomodoro (1965), algo así como «Viva la papilla/sopa con tomate».
Esta canción es un claro ejemplo de lo que puede hacer (o no) una traducción donde lo que prima es la rima. En la versión en español se nos quedó la idea de que lo importante era comer papas, a poder ser con tomate. Para esta versión, os recomiendo el vídeo de Luciano Rosso, que gesticula muy bien.
En realidad, la pappa, más que un tubérculo, es una especie de sopa o comida blanda (¿papilla?); por otro lado, la versión original era más revolucionaria que hablar sobre patatas: un pueblo monta la revolución principalmente porque está hambriento y quiere comer, aunque sea papilla o sopa con tomate.
Queso y galletas saladas
Por último algo totalmente diferente: rock-punk-garajero con ritmos primitivos que se te meten en la cabeza y estás todo el día rumiándolos.
Cheese and crackers es una combinación que debe gustar porque hay un montón de canciones con dicho título. Por ejemplo, la de Dèja Voodoo en su álbum Too Cool to Live, Too Smart to Die (1985).
Un comida sencilla para una canción de letra sencilla, pero que no entiendo del todo, aunque me he dejado los oídos. Donde me he dejado (levemente) la piel ha sido buscando la letra, pero no he encontrado casi nada, así que os dejo aquí el estribillo para que os hagáis una idea:
Cheese and crackers… anyone? / Queso y galletas… ¿alguien?
I said NO! / Dije ¡NO!
Cuz I don’t like em, / Porque no me gustan,
I don’t like em, / no me gustan,
I don’t like em, / no me gustan,
that’s why I said no! / por eso dije ¡no!
Obviamente, me dejo mucha música gastronómica en el tintero, pero eso será otro día.
Nos ha encantado!! Nos lo hemos pasado pipa! Gracias
Un saludo
Vincent y Mia
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¡Muchas gracias! Un honor que os lo hayáis pasado pipa, que eso siempre viene bien 🙂
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Me ha encantado este post! gracias por la musica!
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Muchas gracias por el comentario! Anima mucho a seguir 🙂
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Me ha encantado!!! Buenisimas las 3 canciones…
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Gracias, guapa! Gracias por el comentario y por pasarte por aquí 🙂
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