Hoy 16 de agosto se cumplen 35 años de la muerte de Elvis Presley. Poco queda por decir del Rey del Rock ‘n’ Roll que no se haya dicho ya y, cómo no, siempre habrá hueco para una breve referencia a los gustos culinarios de Elvis.
Los excesos que marcaron su vida, sobre todo en sus últimos años, también tienen eco en lo que comía. A pesar de su dinero y su fama, sus preferencias gastronómicas eran de lo más sencillas; nada de champán y caviar para el rey, quien nunca abandonó la comida sureña estadounidense.
Elvis Sandwich
Un claro ejemplo es el que dicen que era su sándwich favorito, conocido popularmente como The Elvis o Elvis Sandwich: pan tostado, plátano, mantequilla de cacahuete, bacon y, a veces, miel.
Que Elvis flipaba con la combinación de grasas, carbohidratos y el sabor dulce es un hecho confirmado por la que fue su cocinera durante 14 años, Mary Jenkins Langston, en su libro Memories Beyond Graceland Gate; todo lo cocinaba en porciones king-size, hamburguesas de queso, patatas fritas, pasteles de caramelo, pudin de plátano y, para desayunar: galletas caseras fritas en manteca, salchichas, 4(!) huevos revueltos y, en ocasiones, bacon.
El recetario de Elvis
Si quieres ampliar tus conocimientos sobre Elvis Presley y la comida americana tradicional, hay un montón de libros y recetarios. Brenda Arlene Butler tuvo el acierto de publicar Are you hungry tonight?, un cookbook o recopilación de las recetas favoritas del rey, más de 50 platos que hablan sobre el poder de las arterias del Sr. Presley: pastel de merengue de limón, sopa de queso y patata, fritos de harina de maíz, pollo al estilo del rey, etc.
Y aquí dejo uno de tantos éxitos: